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La actividad comercial a través del Estrecho de Gibraltar se remonta a la Edad de Bronce.

El análisis de huesos de reses encontrados en Atapuerca constata que hubo intercambios comerciales y culturales hace 4.000 años, 3.000 antes de lo sospechado.

 

Un equipo internacional integrado por paleontólogos y biólogos evolutivos de diversas universidades europeas ha confirmado que en plena Edad de Bronce, hace cerca de 4.000 años, ya existía una comunicación fluida (incluso tráfico comercial) entre las poblaciones a ambos lados del Estrecho de Gibraltar. Este hallazgo supone que dichos contactos se produjeron por lo menos 3.000 años antes de lo que pensaba hasta ahora. De hecho, muy poco se sabía hasta el momento de cómo las poblaciones del norte de África afectaron al desarrollo de la Península Ibérica en la Prehistoria.

 

Dado que las comunidades primitivas de pastores africanos se dedicaban a la cría de ganado, los investigadores supusieron, acertadamente, que una posible manera de demostrar estos primitivos contactos afro-ibéricos era precisamente analizando el origen del ganado de la Península.

 

Haplotipo T1

 

Ya se había observado que ciertos ejemplares de ganado ibérico mostraban un haplotipo, el T1, característico del ganado norteafricano. “Se creía que esta coincidencia era debida a que los árabes trajeron a España esta clase de ganado, pero la investigación ha demostrado que no, que esa variedad genética se encontraba en lo que hoy es España desde mucho tiempo antes”, explica Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de la Sierra de Atapuerca y uno de los expertos que han participado en esta investigación.

 

Para comprobar cómo de antigua era esta coincidencia, los investigadores analizaron restos de ganado de la Edad de Bronce procedentes del yacimiento de El Portalón, en la sierra burgalesa. Y encontraron de nuevo el T1, lo que desmostró que en aquel momento (hace 3.800 años) ya se había producido trasvase de ganado entre África y Europa. “se trata –continúa Arsuaga- de un haplotipo muy concreto, y que no coincide con ninguno de los otros que podemos encontrar en el continente europeo. Se habían apuntado posibles intercambios entre ambas vías del Estrecho, pero aquí hablamos de transporte de animales organizado”.

 

(La Verdad Digital): Los científicos han descubierto también una muestra de haplotipo de buey silvestre de la Edad de Bronce en la Península Ibérica que refleja la hibridación local o que los uros –antepasados salvajes de los toros- fueron cazados por estas culturas agrícolas y mezclados, quizá, con su ganado.

 

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Observaciones:

  1. ¿Qué antigüedad tiene dicho haplotipo a un lado u otro del Estrecho?  De la noticia sólo se desprende un contacto, pero no la dirección del mismo.
  2. ¿Qué haplotipo tienen los uros y, el buey silvestre? Si hubo hibridación, de cuál de ellos proviene.
  3. El artículo es accesible (en inglés) en la edición digital de la revista Proceeding of the National Academy of Sciences (PNAS)